Kevin Daniel Chaparro

Los estudios online o también conocido como educación a distancia ha sido un reto que a lo largo de los años se ha intentado implementar de forma progresiva, tomando en cuenta los diferentes factores que conlleva este tipo de educación, la cual requiere un fase de adaptación para todos los involucrados.

Sin embargo, con la llegada de la COVID-19 el mundo digital ha recibido un grado de mayor importancia, esto debido al aislamiento que genera la pandemia al rededor del planeta, imposibilitando la congregación de personas en lugares públicos, lo que  obliga al cierre de intuiciones como el caso de escuelas y universidades. De esta manera, los entes educativos han tenido que recurrir a la educación a distancia, estrategia que lleva años desarrollándose, pero por consecuencias de la pandemia, ha tenido que aplicarse a fuerza de prueba y error.

Un obstáculo a superar ha sido la capacitación de los docentes, ya que los maestros también necesitan aprender los estudios online, debido a que no todos dominan el mundo digital Si bien algunos docentes han sido receptivos y positivos ante los cambios que ha traído la COVID-19, para muchos otros impartir clases en línea no ha sido fácil, especialmente para aquellos que tienen una conectividad limitada o no cuentan con las herramientas tecnológicas básicas para poder desempeñarse. Tratar de apegarse al nuevo plan de estudios en línea, y hacerlo de manera divertida para captar la atención de sus alumnos, resulta abrumador.

En un estudio realizado por la UNESCO, se muestra que el 81 % de los maestros de primaria y el 78 % de los docentes de secundaria a nivel mundial apenas cumplen con los requisitos para desempeñar sus funciones, demostrando que muchos no están preparados para abordar los problemas a los que se enfrentan. El caso de Latinoamérica es todavía más preocupante, ya que el 83 % de los maestros de primaria y 84 % de los maestros de secundaria no cuenta con las herramientas necesarias para enfrentar los retos que ha traído la pandemia.

Por otro lado, se suman otros inconvenientes como el error de querer mantener la misma rutina presencial en los entornos online, lo que es ignorar una serie de preocupaciones en torno al acceso a la tecnología. Es imposible creer que los alumnos pueden estar frente a la computadora durante siete horas seguidas.

La Universidad del Valle de Guatemala (UVG) realizó una investigación sobre la respuesta educativa en Guatemala y cómo se han adaptado los maestros a la pandemia. Este estudio encontró que sólo uno de cada cuatro docentes está preparado para la enseñanza en línea y que los más preparados eran aquellos que enseñan en el sector privado. Parte de esta brecha se debe a que en muchas escuelas privadas ya contaban con clases en plataformas virtuales o tienen libros digitales, lo que hizo menos complicada la transición.

Tomando en cuenta todo esto, es importante resaltar que la adaptación del docente en los ambientes virtuales es un elemento importante para la óptima realización de las clases online. Donde puedan establecer dinámicas de estudios pertinentes a la educación a distancia, aplicando evaluaciones de forma sincrónica o asincrónica el cual beneficie a todos los involucrados.

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