La guerra y la fotografía

Por Derwin Romero

Desde la antigüedad clásica, la guerra ha sido contada y representada de mil modos. Cuando Julio César escribía la Guerra de las Galias la hacía llegar por entregas a Roma para que sus agentes multiplicaran las copias y así acrecentó su prestigio en la urbe. 

Además, a lo largo de la historia del periodismo podemos asistir a una íntima relación entre guerra y medios. Estos no son sólo instrumentos de propaganda en el más amplio sentido del término, sino que también se ven beneficiados por ello. Vemos armas, disparos, víctimas, refugiados, pero, como ocurre frecuentemente con lo que la televisión nos muestra, sólo se trata de un componente más de la realidad.

Aunque comúnmente se conoce a La Guerra de secesión como el primer conflicto bélico donde se utilizó a la fotografía como dispositivo de registro y base del periodismo de guerra; fue,  una década antes, La Guerra de Crimea la cual en verdad tuvo el “honor” de ser el primer conflicto bélico registrado mediante fotografías y dejando para la posteridad las obras de dos pioneros del tema: Roger Fenton y James Robertson.

Fenton, inglés, nació en 1819, estudió artes en la Universidad de Oxford y, aunque también probó con las leyes, se decantó por la pintura, incluso consiguió exponer en la Royal Academy en 1849, 1850 y 1851. Pero ese último año se abrió un nuevo mundo a sus ojos cuando vio una serie de fotografías en la Gran Exposición Universal de Londres. 

La Guerra de Crimea era muy impopular en Gran Bretaña (se registraron unas 20.000 bajas de un total de 98.000 británicos enviados) y los crudos reportajes que escribía el corresponsal de The Times, William Howard Russell, no servían precisamente para levantar el ańimo. A principios del año 1855, la reina Victoria envía al ahora fotógrafo, Roger Fenton, a hacer un reportaje sobre la Guerra de Crimea, a fin de contrarrestar la imagen negativa que transmitía la prensa británica.  Así que al llegar Fenton a Ucrania (donde se desarrollaba la guerra) no registró las penosas condiciones, sino que documentó la vida cotidiana del frente, retrató a numerosos soldados en sus quehaceres normales y a oficiales en sus campamentos, plasmó escenarios de las batallas que luego fueron útiles para reconstruir el desarrollo de éstas y, lo más importante quizá, lo hizo llevándose su propio laboratorio portátil, una curiosa cámara oscura montada sobre un carro de caballos. Fenton deja Crimea el 26 de junio de 1855, en total consiguió más de 350 negativos de gran formato, la mayor parte de los cuales reveló y exhibió en una exposición itinerante que organizó a su regreso.  Poco después, llega otro británico, James Robertson quien tuvo el privilegio de poder entrar en la ciudad para fotografiar las baterías abandonadas y los edificios antes de su destrucción por los aliados. 

Sorprende pensar que estas fotos fueran tomadas en una época tan temprana y poder ver como era una guerra del siglo XIX. Sin duda se trata de un documento histórico de incalculable valor. Los fotógrafos de guerra son archivos humanos trascendentales que en sus memorias conservan imágenes únicas que jamás otra persona podrá apreciar. Su trabajo es único y tiene el potencial de abrir la memoria histórica y la sensibilidad de las naciones para evitar que dichos sucesos captados tengan otra vez algún lugar en el planeta.

https://www.musee-orsay.fr/es/colecciones/obras-comentadas/fotografia/commentaire_id/el-valle-de-la-sombra-de-la-muerte-16459.html?tx_commentaire_pi1%5BpidLi%5D=847&tx_commentaire_pi1%5Bfrom%5D=844&cHash=44c95e4e8b

https://www.musee-orsay.fr/es/eventos/exposiciones/archivos/exposiciones-archivos/article/photographies-de-guerre-4215.html?S=&tx_ttnews%5BbackPid%5D=258&cHash=e45045e09f&print=1&no_cache=1&

https://hipertextual.com/archivo/2010/09/roger-fenton-primer-fotografo-guerra/