Con el pasar del tiempo, el ser humano se ha enfrentado consecutivamente a la evolución y a la necesidad de ser mejor cada día. Pero además, el deseo de la invención ha crecido con el cerebro del hombre, y mientras la historia sigue su curso, la tecnología se transforma, dejando atrás lo obsoleto.

¿Ha notado cómo hace unas décadas los teléfonos tenían menos funcionalidades que ahora? Si regresa en el tiempo a través del pensamiento, podrá recordar que, anteriormente, dichas funcionalidades eran las más vanguardistas. Por ejemplo, cuando compartir archivos por Bluetooth, o expandir su almacenamiento a través de una memoria micro SD se convirtieron en el “boom” de la tecnología. Sin embargo, ahora las novedades son otras.

En ese sentido, es notable ver como las tecnologías son innovadoras durante un tiempo determinado –generalmente corto–, porque se van transformando de manera constante. Sobre todo, debido a las necesidades que se generan progresivamente a través de los errores más destacados que resulten de ellas.

Para entenderlo mejor, sólo se debe analizar a los gigantes Android y Apple, quienes publican cada cierto tiempo, nuevos sistemas operativos para sus dispositivos móviles; y la respuesta está en la solución de fallas y la creación de nuevas funcionalidades que permitan a sus usuarios tener más beneficios para gozar de una vida más cómoda y sencilla… además de digitalizada, por supuesto.

Lo mismo sucede con todas las tecnologías del mundo, ya sean blandas como los Softwares; o duras, a través de Hardware novedosos, cumpliendo su función y coexistiendo en la burbuja temporal de la invención, hasta que dejan de serlo, o dando paso a una mejor opción mediante la evolución.

Por ello y con el firme compromiso de apostar a la vanguardia, Florida Global University le ofrece una Licenciatura en Gestión de Tecnologías de Información, con especializaciones en Ingeniería, Redes y Desarrollo de Software, donde se convertirá en todo un profesional de la tecnología mediante la creación en invenciones que aporten a la burbuja de la innovación.

Por Moisés Colmenares.