Las ciencias jurídicas: ¿Son necesarias?
La fuerza de la justicia es una labor universal que requiere de múltiples elementos, dentro de las que destacan la moralidad, los valores, la deontología y la imparcialidad, mismos que hacen del derecho un sable para la defensa de la verdad. Sin embargo, ¿son realmente necesarias las ciencias jurídicas?
Desde que se crearon las leyes, las sociedades comenzaron a tener una ordenanza en cuanto a lo que se permite y lo que no; lo que está bien y lo que está mal; y por supuesto, se plantó la línea que divide la verdad y la maldad, humanamente hablando.
Por otro lado, si bien es cierto que muchas veces las leyes no son cumplidas, también existen normas para obligar a respetarlas -o para castigar a quienes las desafíen o vulneren- lo que permite que haya justicia.
Cabe destacar que, la justicia es subestimada por algunos, o desconocida para otros, pero no significa que no exista, sino por el contrario, está presente, y depende íntegramente de los valores anteriormente mencionados para ser ejercida de manera objetiva.
En ese sentido, sí por alguna razón no hubiera leyes y reglas que regulen el comportamiento de las sociedades, el desorden, el caos y la anarquía reinarían, convirtiendo al mundo en un lugar inseguro e inhabitable, conduciendo así al humano hacia su propia destrucción.
Además, sin profesiones cómo las ciencias jurídicas, no habría conocimiento alguno sobre cómo prevenir los delitos y quebrantamientos normativos; o cómo actuar en defensa de quienes han sido víctimas y en contra de los victimarios, siempre acorde a lo que las leyes establecen, lo que la convierten en necesarias para la humanidad.
Por ello, y en pro a la defensa jurídica mundial, en Florida Global University (FGU) decidimos trazar un convenio con diversas universidades latinoamericanas para llevar a su disposición un Doctorado en Ciencias Jurídicas, donde adquirirá las herramientas necesarias para contribuir con la justicia y así, convertirse en parte de quienes hacen al mundo un lugar seguro para todos.
Autor(a):
Moisés Colmenares.