Un medio de comunicación es el lugar de trabajo que proporciona al periodista las herramientas y el canal de transmisión de la información. Aunque los medios se rigen por una línea que define la postura del profesional ante ciertos temas, un factor que limita la objetividad, incluso en el periodismo 2.0.
Sin embargo, es común que se presente un dilema, cuando el periodista se encuentra entre adulterar la información por no afectar la línea editorial o contar la realidad de los hechos sin adornos. ¿Es posible? Muchos agentes influyen en tal hecho, algo que puede ser común en cualquier medio.
Por un lado, en caso de tratarse de una investigación, se debe analizar que sea completamente viable y se encuentra dentro de sus posibilidades. Es decir que, antes de iniciarla, debe estar seguro de que la línea editorial no influirá en la misma, porque de lo contrario no se debería hacer.
En ese caso, el periodista debe estar completamente seguro de las posibilidades y consecuencias que puedan traer consigo la investigación, teniendo muy claro desde el inicio cuales son los riesgos, asumiéndolos desde que inicia hasta que termina la labor investigativa, sin permitir que la línea editorial pueda interferir en la publicación del mismo.
En segunda instancia, muchas veces el periodista puede contar con una “línea editorial personal” es decir, tener una inclinación que afecte la veracidad de la información, un factor que resulta común, pero por ética debe quedar a un lado. Sí la percepción del periodista influye en la noticia, entonces no sólo afecta el profesionalismo del mismo, sino que resulta gravemente influyente para los lectores y su derecho a la verdad, principalmente en medio online.
Por tal motivo, el periodista debe defender su trabajo basado en la moral y la ética, prefiriendo conservar la objetividad por encima de un puesto laboral, una habilidad que obtendrá gracias a la Licenciatura en Periodismo Digital que Florida Global University (FGU) le ofrece, una herramienta con la que podrá superar los desafíos periodísticos.
Por Moisés Colmenares.