Millones de productos y servicios abundan en los mercados de todo el mundo, presentados y ofertados por grandes empresas. Desde gaseosas y alimentos, hasta ropa e inventos tecnológicos, tienen en común un secreto indispensable para su éxito: la identidad visual.

En ese sentido, se puede decir que dicha identidad es aquel elemento intangible que permite reconocer y recordar a una empresa, presentada través de colores específicos mediante la implementación de la psicología del color y por supuesto, de un logotipo que resulte –además de atractivo y llamativo–, en un elemento representativo para la propia organización y su identidad corporativa.

Claro está que, todos los elementos mencionados componen lo que se denomina como identidad visual. Sin embargo, el logotipo posee la mayor concentración de atención porque es, en cierto punto, la cara del producto o servicio. Por ejemplo, cuando va a comprar una gaseosa de Coca-Cola, lo primero que reconoce es el logotipo de la etiqueta, detectando automáticamente el artículo que va a adquirir.

Por otro lado, para la comercialización e implementación de cualquier estrategia de marketing o publicidad, será primordial el logotipo, porque es a través de él que se generará una campaña de identificación.

Cabe destacar que, luego de existir una identidad y resaltar la presencia dentro del mercado, el logotipo funge como un elemento que simboliza el prestigio de la empresa. Tal es el caso de gigantes como Microsoft o Apple, líderes en tecnología. Y es que, al ver un producto estampado con la identidad de ambas, los consumidores detectan automáticamente que se trata de un bien de calidad.

Gracias a todos los elementos, las empresas dan a conocer, no sólo su presencia, sino la oferta que brindan al mercado, creando así un espacio de reconocimiento, donde el éxito está asegurado. Y conocer a fondo sobre lo que ello implica, es una ventaja que puede obtener en Florida Global University a través de la Licenciatura en Periodismo Digital, especialización en Publicidad y Relaciones Públicas.

Por Moisés Colmenares.