Publicidad y relaciones públicas: polos opuestos inseparables

Para dar a conocer un producto o servicio, informar sobre un evento particular, o simplemente conseguir espectadores, las personas o empresas suelen contratar a una agencia de publicidad. Sin embargo, es posible que en el paquete también aparezca un relacionista público, aunque todos piensen que se traten de lo mismo. ¡Y no lo son!

La publicidad es una composición de diversas estrategias basadas en dar a conocer un producto a través de los distintos medios de comunicación, para así lograr venderlo a diversos compradores, quienes suelen seleccionarse de manera particular en un estudio previo.

Mientras que las relaciones públicas son una serie de acciones basadas en la comunicación entre distintos actores de la sociedad para dar a conocer información sobre el producto a través de un mensaje que instruya, eduque y persuada, creando así un vínculo entre las marcas y los consumidores.

Pero, ¿cuál debo elegir? La publicidad generalmente está dirigida a un público especifico basado en sus gustos, preferencias y características culturales, para asegurarse de vender a quién lo necesita. Pero las relaciones públicas tienen una afinidad con la prensa y los medios, aportando información directa sobre lo que vende, pero más allá, haciéndole saber a las personas que tienen una necesidad más.

Sí aún no sabe cuál le conviene, la respuesta es: ¡las dos! Tanto la publicidad como las relaciones públicas se constituyen hermanas irrenunciables porque tienen un vínculo que las convierte en indispensables para quienes quieren vender, pero que también necesitan conectarse con sus consumidores.

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Por Moisés Colmenares.