Cuando una empresa quiere lanzar un nuevo producto o expandirse a otros mercados, emplea una herramienta indispensable para ello: los proyectos empresariales, esenciales para hacer realidad la incursión en tierras desconocidas y explorables, comercialmente hablando.

Pero, ¿qué es un proyecto? No es nada más que un designio en el cuál, a través de una idea dirigida a la persecución de un fin específico, cumple con una serie de etapas para su correcta elaboración, a fin de satisfacer una necesidad.

Los proyectos empresariales a su vez, pretenden efectuar todo lo anterior para la elaboración de un producto o servicio de su empresa, pero que varían particularmente en dos formas.

Proyectos simples

Son aquellos que se constituyen en la ejecución de ideas que requieran un planteamiento y planeamiento sencillo, con un presupuesto adaptado a las necesidades y que puede ser elaborado de manera fácil. Dichos proyectos requieren de equipos prudentes, y de planificaciones efectuadas en lapsos temporales cumplibles.

Proyectos complejos           

La situación cambia con la elaboración de dicho tipo de proyecto, porque son efectuados a partir de ideas complicadas y difícil de ejecutar. Además, los proyectos complejos requieren una planificación rigurosa, que es realizada generalmente en períodos cortos, lo que implica mayor trabajo, y presupuestos exorbitantes.

Tomando en cuenta lo anterior, las empresas pueden identificar si su proyecto requiere de una metodología simple, para elaborar un producto sencillo, como un perfume, por ejemplo. O de un método complejo, mediante la fabricación de algo que resulte difícil de llevar a cabo, como la creación de un hardware moderno.

Sin embargo, los proyectos resultan interesantes y necesarios para las empresas, y las mejores herramientas para elaborarlos podrá obtenerlas a través de la Licenciatura en Innovación Digital, especialización en Planificación y Gestión de Proyectos Empresariales, que sólo Florida Global University (FGU) le ofrece.

Por Moisés Colmenares.