Luego de culminar una carrera, prepararse arduamente durante varios años y sortear diversos desafíos, los recién graduados se encuentran cara a cara con una serie de inseguridades que le mantienen, en mucho de los casos, de brazos cruzados. Debido a ello, las intimidaciones se convierten en un factor amenazante para quienes no saben qué hacer, o cómo hacer, después de haber finalizado su preparación académica, convirtiéndole así en una víctima de los pánicos mentales.

Sí se analiza con detenimiento los patrones de comportamiento de las personas que recién culminaron una carrera universitaria, es fácilmente visible que la gran mayoría se encuentran inseguros de sus conocimientos, y se topan con la común interrogante: ¿estoy realmente preparado para esto?.

Una pregunta que se transforma en temor a medida que se acerca el momento de conseguir un empleo adecuado a los conocimientos aprendidos. Dicha inseguridad no depende de sí se aprendió o no correctamente, sino porque estas personas no están, en la mayoría de los casos, familiarizados con el contacto laboral, y comienzan las comparaciones entre sí mismos y profesionales de media y amplia trayectoria.

¡Error! Siempre se debe tener en cuenta que, la experiencia hace al maestro y no al contrario, un principio necesario para mantener presente, en pro a ser mejor cada día.

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante saber que no es lo mismo la vida estudiantil, que el encuentro laboral, pero la clave para superar esos miedos es atreverse; salir del pensamiento rutinario, y comenzar el servicio profesional con optimismo.

Además, hay que estar preparados para encontrarse con equivocaciones y la estrategia consiste en saber aprovecharlos para mejorar, absorbiendo los consejos de profesionales destacados, y recordando siempre que, sin fallas, no hay soluciones; y sin las anteriores, no hay experiencia, una fórmula sencilla pero que se ignora con frecuencia.

En fin, para vivir una vida laboral exitosa, y superar los temores del egresado, es necesario atreverse a salir de la zona de confort, y prepararse mentalmente para triunfar en todo lo que se proponga, estando siempre a la disposición de fallar, pero también aprovechando los errores para mejorar, sobretodo irse fogueando con el mundo profesional durante el desarrollo de la carrera, todas esas
experiencias al sumarse cuentan.

Autor(a):

Moisés Colmenares