Oriana Nuñez
Aprender resulta cada vez más divertido y dinámico ahora que las redes sociales, los buscadores inteligentes y los programas académicos vía web llegan para ayudar. Estudiar fijamente un tema y centrarse en analizar estrictamente no es suficiente, y es que una educación didáctica y más serena son términos que deben ir juntos con frecuencia.
Integrar la tecnología a la educación va más allá del uso de una computadora o un dispositivo móvil. Las nuevas armas de la información y la comunicación estimulan la participación de los alumnos, dejando atrás la estructura lineal y jerárquica de las escuelas tradicionales, y abriendo camino a una más intuitiva y homogénea formación.
Gracias al avance de estas tecnologías, ya no se requiere siquiera la conexión a Internet, ya que algunas herramientas pueden ser fácilmente utilizadas simplemente descargando la aplicación de forma gratuita. Así de fácil podrás estudiar en cualquier lugar, momento y sin conexión. Además, permiten la interacción sin barreras geográficas; estudiantes de todo el mundo pueden participar juntos en un mismo curso aunque les separen miles de kilómetros. Lo único que todos necesitarán será un dispositivo móvil y un docente que coordine la actividad. Esta característica, además, mejora la integración y el mejor conocimiento de las diversas culturas, reduciendo el racismo y la discriminación.
Los foros y las redes sociales, tan negativas como positivas, trabajan juntas como plataformas de discusión para plantear debates. Las universidades son capaces de ofrecer estos sistemas, en el que participar tanto alumnos como docentes es cada vez más sencillo. Solucionar las dudas de sus estudiantes, crear nuevos temas de discusión y fomentar la participación de los jóvenes son algunas de sus bases y esencialidades.
Cada persona será capaz de estudiar a su propio ritmo; algo muy útil dentro de una sociedad en la que cada ciudadano tiene ciertos compromisos y necesidades especiales. Las tecnologías permiten ahorrar suficiente tiempo y dinero, permitiendo de esta manera una mejor conciliación familiar, académica y social.